jueves, 22 de abril de 2010

Saber Científico


"El saber científico es hijo de la filosofía pero nunca será filosofía; la ciencia se desprendió del tronco de la filosofía cuando logró apartarle un trozo en su inmenso ámbito de la realidad, lo definió perfectamente y dedicó exclusivamente su atención a esa parte de la realidad. La ciencia renunció a considerar su objeto desde un punto universal y totalitario, siempre presente en su ancestro la filosofía. La gran diferencia, no obstante, radica en que la filosofía está más interesada en proponer el saber mientras la ciencia se interesa por comprobar ese saber; sin embargo, es un error muy frecuente, confundir al filósofo con el científico, ha de ser en parte, porque ningún científico renuncia seriamente a la filosofía y algunos filósofos en su pretensión, creen que proponer es comprobar.

El conocimiento científico es dinámico y nunca estático. La ciencia, a pesar de lo que muchos piensan, no es acumulativa. Y es cierto, no es acumulativa pero sí es consecuente. Sea que tenga relación directa o no, un nuevo paradigma, es producto de una crisis en el paradigma anterior.

¨La ciencia es abierta, es esencialmente dialéctica, vive de crisis internas imprevistas y, luego, de rebasamientos¨ (Piaget, 1973, p. 14).

El proceder científico empieza con la observación de los hechos, se describen, se formulan hipótesis, se construyen teorías para explicarlos, se deducen conclusiones particulares verificables, se observan nuevos hechos, se contrastan las conclusiones y finalmente, si se hace necesario, corrige sus conjeturas. O como hace mucho tiempo lo planteó Darwin: “la ciencia consiste en agrupar datos para extraer de ellos leyes o conclusiones generales”. El secreto de la ciencia está en los datos.

La búsqueda de universales ha sido siempre la pretensión de la ciencia y no por eso ha desechado la esperanza de encontrar un universal único y completo. Me explico, la ciencia, cada vez, incluye más en cada uno de sus postulados. Se ha planteado siempre el gran cuestionamiento, de si la ciencia trabaja con datos o con hechos; no obstante, queda claro que la ciencia no toma un dato si no hay un hecho que lo respalde. Aquí puede que el dato sea falso, por innumerables razones, (una percepción parcial del hecho, una visión desde un ángulo diferente), pero un hecho nunca podrá falsearse.

Claro, también, que hoy ya no se habla de leyes o conclusiones generales. Hoy la ciencia le permite al hombre elucubrar, todo lo que quiera, pero tarde o temprano le exigirá que contraste sus teorías con la realidad; es ahí cuando la ciencia se endurece y empieza a diferenciarse de las demás ideas y ¨castillos hechos en el aire¨, de otros saberes, llámense opiniones, mitos, religiones o filosofías. Como el interés es el endurecimiento continuo y progresivo, -rigor lo llaman algunos-, la ciencia está en contrastación y lo hace más temprano que tarde. Lo que hace que la ciencia sea ciencia, es su posición de desconfianza ante el conocimiento obtenido y su confianza en obtener un conocimiento mucho mejor que lo reemplace, -búsqueda del vigor-. No obstante, también, la utilización, del conocimiento que tiene en el momento, de la mejor forma posible, para el bienestar del hombre y el acrecentamiento de su propio conocimiento –aplicación tecnológica-.

Algo más que caracteriza al pensamiento y el proceder científico, es la no aceptación de sus derrotas mediante la justificación; sino, al contrario, la búsqueda progresiva de soluciones a todos los problemas a los que se ve enfrentado. La resignación ante los problemas no está inscrita en el científico. La ciencia se plantea problemas con el único fin de resolverlos; la ciencia no se queda en el planteamiento de problemas, ni en descripciones de los mismos."
(El Saber Científico - Jairo Báez)

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