
"Dentro de la vasta mitología que configura el pensamiento quechua, existen muchos sobre el origen del hombre andino. Los mitos más recurrentes afirman que los hombres surgieron espontáneamente de sus pacarinas o lugares de origen. En las leyendas y relatos orales, los indígenas afirman hasta hoy provenir de fuentes, cerros, lagunas o cuevas.
Sin embargo en las crónicas -redactadas a partir de testimonios del siglo XVI para adelante- fueron los supremos dioses los que crearon a los hombres. No se sabe si junto a estos mitos ya existía la "idea" de la concepción del universo en tres niveles: Hanaq pacha (el mundo de arriba, donde moran los dioses), Kay pacha (la tierra o el mundo de los vivos), y Uku pacha (el subterráneo o mundo de los muertos).
Sin embargo en las crónicas -redactadas a partir de testimonios del siglo XVI para adelante- fueron los supremos dioses los que crearon a los hombres. No se sabe si junto a estos mitos ya existía la "idea" de la concepción del universo en tres niveles: Hanaq pacha (el mundo de arriba, donde moran los dioses), Kay pacha (la tierra o el mundo de los vivos), y Uku pacha (el subterráneo o mundo de los muertos).
Manco Capac y el Reino Inca.-
Para muchos estudiosos, el periodo Inca comienza con la pareja conformada por Manco Cápac y Mama Ocllo que ya no son deidades creadoras, sino los civilizadores hijos del Sol y, por lo tanto, intermediarios con los hombres. Surgidos por mandato divino -de las espumosas aguas del lago Titicaca- llegan al mundo para enseñar a los hombres los diversos oficios y el culto solar. Tanto el emperador Intip Churin (hijo del Sol) como el Purun runa (simple mortal), tenían fundamentalmente dos deidades: El Sol (dios visible y generador de todo lo existente), y el temido Pachacamac (deidad invisible pero presente). Sin embargo, el panteón de los dioses andinos tiene numerosas deidades menores y locales, igualmente venerados con fervor.
Así, se tiene a las Huacas (corporizadas en hombres, montañas, ríos, animales, frutos, rocas); Mamacocha (el mar); Illapa (el trueno); Pachamama (la madre tierra); Mamaquilla (la madre luna); Apu (el espíritu de las montañas), etc. Asimismo, los incas distinguían tres niveles espaciales donde moraba todo: Hanaq Pacha, mundo de arriba, donde vivían los antiguos creadores, los constructores; Kay Pacha, este mundo, habitado por los hombres, los animales, la naturaleza; Uku Pacha o el mundo de abajo, donde moran y viajan los muertos.
La Leyenda de los Hermanos Ayar .-
"Después de un diluvio, y cuando las aguas volvieron a su cauce normal, el dios Sol dio vida a los primeros mortales que se originaron en Pacarictambo o "morada de la procreación". Allí, en las altas cuevas de Tamputoco o "recinto de las ventanas" habían tres socavones: Maras Toco "cueva salada", Sutic Toco "cueva húmeda" y Capac Toco "cueva de la abundancia".
De las dos primeras salieron las etnias Maras y Tambos, sin dejar mayor progenie en el mundo, y de la última descendieron los hermanos Ayar, los hijos preferidos del Sol. Como la misión era poblar el mundo, el dios Sol les confirió una mujer a cada hermano. Así, Ayar Manco -el mayor- tuvo como esposa a su propia hermana Mama Ocllo; Ayar Auca a Mama Huaco; Ayar Uchu a Mama Raura, y Ayar Cachi a Mama Cora.
Ordenados por su padre, los hermanos se encaminaron hacia el Sur, pero en la larga travesía por los páramos y los llanos andinos, el temperamento rebelde e incontrolable de Ayar Cachi -el menor- exacerbó el recelo de sus hermanos que utilizando un ardid hacen que Cachi vuelva a Tamputoco donde es encerrado para siempre.
Dicen que la fuerza de sus gritos hizo brotar los manantiales y discurrir los ríos. Alcanzados por la maldición del hermano menor, Ayar Uchu se convirtió en una montaña pétrea; Ayar Auca pereció ahogado en un río, y solamente Ayar Manco y sus hermanas viudas llegaron al Cusco."
(Recopilación y versión de Odi Gonzales)
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